domingo, 27 de octubre de 2013

Este mes terminó la emisión de un reality show venezolano de belleza y talento femenino, cuyo objetivo era elegir a las candidatas para el Miss Venezuela 2013. Aparentemente la de este año fue la primera de varias temporadas que planea emitir Venevisión en co-producción con Sony Entertainment Television; aunque en los años 2011 y 2012 hubo unas ediciones poco felices y memorables de un reality que pretendía ofrecer lo mismo. El programa se llama “Miss Venezuela, Todo por la corona” y tuvo una duración de 3 meses. En marzo se realizaron los primeros castings para seleccionar entre miles de aspirantes a las 50 candidatas que participaron, para luego obtener las bandas representativas de cada estado federal de Venezuela y pasar por todas las pruebas preliminares hasta llegar a la Gala Final como todos los años, en el famoso certamen del Miss Venezuela 2013.

Cuando supe del proyecto, a principios de año, me entusiasmé mucho porque pensé que habría otro medio que finalmente mostrara los backstage reales de los concursos de belleza, el verdadero esfuerzo que representa para las candidatas, la ilusión que realmente tienen las jóvenes participantes. Pensé que por fin habría imágenes que acompañarían a mis relatos. Algo para que los lectores imaginen cuando lean mis anécdotas. 

Y así fue. 
                 En parte.

El encargado principal del reality show, Osmel Sousa, presidente de la Organización del Miss Venezuela y por supuesto también del jurado encargado de elegir a la ganadora, es un hombre conocido por su tenacidad al momento de criticar a las concursantes y por ser el mejor preparándolas.

La serie cuenta con 15 episodios de una hora repartidos en tres etapas: “El Casting”, donde el programa recorre la geografía venezolana en busca de las 50 mejores aspirantes; “De Aspirantes a Misses”, fase en la que se realiza la selección de las 24 candidatas y se les asigna la codiciada banda que les permitirá permanecer en la famosa Quinta Rosada; y “Camino a la Corona”, donde las candidatas se preparan, ensayan para las galas, y se someten a las más duras pruebas y entrenamientos a fin de convertirse en las próximas representantes de Venezuela en los más importantes certámenes internacionales de belleza.

Comenzado el anhelado programa, supe que no iba a poder dejarlo de ver. Fue casi tan adictivo como America’s Next Top Model en TODAS sus temporadas, donde no podía dejar de ver cómo se comportaban las modelos, reto tras reto, competencia tras competencia (y, obvio, comparándolo con mi trabajo de ese entonces como modelo). Fue bello revivir momentos como los de ensayo y preparación, a pesar, de que ni el concurso nacional (Miss Argentina) ni los internacionales son tan estrictos como éste. Muchas veces me encontré criticando a chicas que podría haber sido yo en un pasado no muy lejano, o cayendo en el sentido común repitiendo frases como: “¡No está gorda, por Dios! ¿Por qué la quieren hacer bajar de peso?”. Sin embargo, una vez que pasan todas las etapas, que uno hace un racconto de las exigencias a las que se someten y del esfuerzo que realizan las candidatas, es fácil entender cómo es que son el país con más títulos de belleza en la historia de la existencia de los certámenes de belleza: están 3 meses eligiendo, probando y preparando  a las que participarán por la corona nacional. Luego de ser electa, la ganadora tiene un año más para seguir practicando y estar totalmente realizada como Miss para participar en el concurso que se le asigna (porque se elige una candidata para cada concurso: una para el Miss Universo, una para Miss Mundo, una para Miss International, una para Miss Tierra, una para Miss Continente Americano, una para Miss Reina Hispanoamericana, y así sucesivamente). Y posteriormente, según su desempeño, se la sigue teniendo en cuenta para otros proyectos en conjunto con la organización. Es sabido que muchas (la mayoría) de las Miss Venezuela terminaron siendo grandes celebridades tanto en sus países como a nivel internacional.

La reflexión de este mes supera los concursos de belleza, está relacionada con el hecho de que más allá de que si bien hay que tener ciertas condiciones naturales para lograr algo, sin esfuerzo nunca se las concreta. Una de las frases que rige mi vida es “Persevera y triunfarás”, hagamos que este lema sea aplicado a todos los aspectos de nuestras vidas, hasta en lo que nos cuesta menos. Estas jóvenes aspirantes a un título de belleza, pueden haber nacido hermosas o haberse ayudado con algún bisturí, pero de seguro no se quedaron sólo con eso y se esforzaron por tener ese “nosequé”, ese toque especial, eso que en sociología una filósofa húngara del siglo XX llama “entonación” porque afirma que la persona que no produce en torno suyo una atmósfera tonal específica que lo rodee en forma permanente y lo distinga carece de individualidad. Tenemos que buscar siempre llamar la atención por ser distintos; NO resaltar por lo que sea, SINO destacarnos.

Les dejo imágenes de la flamante (y súper joven -18 años- tienen permiso para odiarla también) Miss Venezuela 2012, Migbelis Castellanos, y los videos de promoción del reality. 


Hasta el próximo mes, muñecas!!