domingo, 26 de mayo de 2013

Este mes no vamos a hablar de Misses, este mes les voy a contar de la gente que sigue a las Misses y los concursos de belleza.

Cuando las personas que me conocen, luego de un tiempo, se enteran que fui Miss Argentina (por otra persona, por Google o porque entre anécdotas de viajes se les ocurre preguntar el motivo de mis variados destinos), automáticamente, la duda que surge (más cercano a una exclamación que a un interrogante) es:


-¡Ah! (¿) Estuviste en el Miss Universo (?)

Cabe hacer una reflexión en este momento antes de seguir con mi relato: Incontables son las veces que escuché este comentario que me hace suponer (y me arriesgo a afirmar) lo poco que la gente conoce sobre este mundo. Lógicamente, el concurso con mejor prensa es el del reconocido empresario Donald Trump y la televisora norteamericana NBC: Miss Universe. Pero he aquí un dato de color: La final de Miss Mundo es un gran acontecimiento anual de televisión en vivo, visto por dos mil millones de personas en más de 200 países. A diferencia de otros certámenes, Miss Mundo es poco conocido en América; no obstante, mantiene gran popularidad en África y en la mayor parte de Europa, Asia y el Caribe angloparlante. No hace falta que aclare que la población sólo de China alcanza para superar el rating mundial de Miss Universo (por mucho).

Hecho el comentario continúo con mi historia:
Ante tal entusiasmo ajeno, me preparo mentalmente, organizo mis ideas y comienzo mi explicación:


- No, hay muchos y diversos concursos de belleza. Algunos más conocidos que otros, pero ninguno menos importante sino quizás menos populares. Yo estuve en varios concursos a nivel internacional representando a Argentina, y el que más tiempo duró fue el Miss World (un mes) en Sudáfrica. El más conocido, por ahí, es el Miss Universo; pero primero, no es el único, y segundo, los perfiles de las candidatas y las ganadoras, son diferentes de los de Miss Mundo. No son mejores ni peores, son distintos: en uno se busca un prototipo más de “chica bien” y en el otro más la “diosa con actitud”, en uno hay más de 100 concursantes y en el otro hay un aproximado de 50 a 60 participantes. Y esto comparando dos de los más nombrados certámenes de belleza. Siempre cuento que cuando estaba en Ecuador, en el Miss Continente Americano, teníamos un contingente de asiáticos que nos seguían, sea donde fuere, cámara en mano por todos nuestros compromisos diarios. Si no podían entrar al lugar de destino, esperaban afuera el tiempo que tardáramos. Y si bien guardaban distancia (además de la que les ponía la seguridad que nos protegía tiempo completo), apenas nos veían, entraban en un estado de euforia total por sus respectivas favoritas.
(Sí sí, siempre hablo como una erudita cuando se trata de mi pasado de reina).


Con esta y otras experiencias propias pude comprobar los datos que les aporté anteriormente. Los concursos de belleza, son tan conocidos como la gente que los sigue quiere que lo sean. Son populares según en qué país preguntemos. Son más famosos mientras más ganadoras ostenten ese título. Son renombrados cuantos más escándalos recopilen sus organizadores o candidatas. Son recordados para hacer referencia a lo superficial y a las jóvenes lindas y tontas, pero quienes estuvimos en uno (no importa si fue a nivel internacional o a nivel regional), bien sabemos que la experiencia te cambia la manera de verlos (para bien o para mal, pero lo hace).

La gente que sigue a las Misses y los concursos de belleza, son los encargados de hacer que sus elegidas tengan vigencia en el tiempo. En Uds. cae la responsabilidad de que no dejen de hablar de las actuales, las ex y las futuras; y de que si hablan, que hablen bien, hablen la verdad.

Las fotos son, la primera, del backstage de una grabación del Miss Continente Americano 2008 y la segunda, de un paseo en La Plaza de la Proclamación en Colombia, del Concurso Nacional de Belleza (CNB) 2011.

Ahora que sé que no somos sólo mujeres:
Los dejo con este pedido y mis mejores deseos siempre hasta el próximo mes, muñecas y muñecos. ¡Éxitos!